- La doctora en genética molecular Elena Álvarez-Buylla batalla en contra de los cultivos genéticamente modificados: “Somos sujetos de un experimento global, sin control ni consentimiento”, asegura.
- Este riesgo “sólo se justifica por las ganancias privadas de las grandes corporaciones”..
Fue una bomba. Una prestigiosa revista publicó en septiembre de 2012 un estudio del francés Gilles-Eric Séralini que relacionaba el consumo de maíz transgénico con la formación de tumores. Un año después, la revista que publicó el trabajo le exigió su retirada.
Ese desacreditado trabajo ha acentuado las suspicacias sobre las
sentencias definitivas a favor o en contra de la modificación genética
de semillas. En España las voces discrepantes se relacionan con ambientalistas mientras que los apoyos a esta tecnología se ligan a científicos.
La mexicana Elena
Álvarez-Buylla se sale de ese modelo. Y está orgullosa de ello. Doctora
en genética molecular y coordinadora del laboratorio de Genética
Molecular del Desarrollo de la Universidad Autónoma de México –y con 106
publicaciones científicas a sus espaldas– no esconde su batalla
personal contra estos cultivos.
Hay
analistas que aseguran que hay un consenso internacional científico
sobre los transgénicos, que no existen diferencias entre unos alimentos y
otros…
Es totalmente falso que los
transgénicos sean iguales a los silvestres. Hay evidencias que indican
que, por ejemplo, la soja transgénica es nutricionalmente distinta,
además de que la mayoría se rocía con grandes cantidades de glifosato
–un agrotóxico– que penetra en las células y es nocivo para la salud. Y
nos lo estamos comiendo.Estamos siendo sujetos de un experimento global
sin controles y sin consentimiento, el experimento de una tecnología
incipiente y a la vez obsoleta que, por razones científicas, tendría que
ser suspendida.
¿En qué sentido?
Teniendo en cuenta los datos
científicos y el puro sentido común, los organismos transgénicos no
pueden ser iguales a los no transgénicos. Es una falsedad asegurar que
un organismo puede ser equivalente después de que le introduzcas un solo
transgen. Una pequeña perturbación en sistemas complejos, como un ser
vivo, tiene consecuencias que no se pueden enumerar. Y mucho menos
predecir las consecuencias en las interacciones con otros genes y la
síntesis de muchas sustancias. El efecto de un gen (o un transgen)
depende no sólo de sí mismo, sino de sus interacciones con otros genes y
proteínas, y de la interacción del organismo transgénico con el
ambiente.
¿De qué tipo de consecuencias habla?
Hay plantas que presentan
moléculas distintas, no asociadas al gen producido sino a otros genes,
los que se han alterado a su vez por esta modificación. Pero, además, el
maíz o la soja están incorporando a sus células el herbicida al que son
resistentes por la modificación genética. El glifosato –está probado–
es un teratógeno (que produce malformaciones en el feto) y es
posiblemente cancerígeno. Las plantas resisten ese veneno y lo
incorporan, por lo que pasa a la cadena alimenticia.
¿También hay consecuencias para el medio ambiente?
Basta con que les vayan a preguntar a los agricultores americanos cuánto se están gastando ahora mismo en controlar las supermalezas que
han crecido en las explotaciones de transgénicos que, después de muchos
años, se han hecho resistentes al glifosato, al herbicida. Los
organismos evolucionan y ya hay variedades de maleza que aguantan los
herbicidas. Ahora amenazan con transgénicos que resisten a múltiples
agrotóxicos; algunos aún más tóxicos que el glifosato.
“Es totalmente falso que no haya diferencias entre un alimento transgénico y otro que no lo es”
¿Por qué defiende que se trata de una tecnología inútil?
La llamo pseudotecnología.
Las variedades que comercializan las corporaciones se obtienen por
ensayo-error. Es como si al vender un coche dijeran: ‘Prueba este… Ah
no, no va. Toma otro’. Se eligen las porciones de ADN que se quieren
inocular en la planta y se colocan en diversos puntos de la cadena de
ADN. Luego se ve cómo se desarrollan los ejemplares en el laboratorio,
qué efecto ha tenido. ¿Cómo se analizan las plantas? A ojo. No con un
estudio metabólico exhaustivo que sí podría revelar alteraciones aunque
no estén, en teoría, implicadas en el gen que se ha modificado. Porque
las redes que hacen interactuar los genes de un organismo son muy
complejas. No son corto y pego, y ahí se queda el efecto. Rebotan por
donde nadie se imagina.
¿Entonces qué es lo que sale de los laboratorios?
La empresa selecciona lo que quiere en esas condiciones de laboratorio. Desarrolla una línea para vender, la diferente de la silvestre. Pero los genes se mueven en el polen a miles de kilómetros de distancia. Por eso lo que se haga en España afectará a los vecinos. Lo que se hizo en EEUU ya contaminó el centro de origen del maíz mundial, que está en México. El polen viaja y hace germinar con su gen transgénico.
La empresa selecciona lo que quiere en esas condiciones de laboratorio. Desarrolla una línea para vender, la diferente de la silvestre. Pero los genes se mueven en el polen a miles de kilómetros de distancia. Por eso lo que se haga en España afectará a los vecinos. Lo que se hizo en EEUU ya contaminó el centro de origen del maíz mundial, que está en México. El polen viaja y hace germinar con su gen transgénico.
El contexto alrededor y las
interacciones de esas plantas son ya diferentes. Con lo que las plantas
que contengan el gen modificado por la empresa ya no serán como cuando
se han producido en el laboratorio. Las hijas de esa planta llevarán ese
transgen. Se irán acumulando transgenes. Está demostrado que no se
pueden parar y controlar. Los transgenes se mueven y se acumulan en las
razas nativas de los cultivos.
Tal y como usted lo plantea, es una ‘contaminación’ imparable.
La propia industria ha reconocido que lo poderoso de esta tecnología es que se va a implantar sin esfuerzo y cuando la gente se dé cuenta ya no va haber nada que hacer. Las secuencias genéticas patentadas se acaban acumulando en los cultivos originales. Y entonces, las empresas podrían hasta demandar a esos agricultores por utilizar una variedad sobre la que tienen una patente de exclusividad. Aunque sea el maíz nativo que esté contaminado.
De hecho, cuando se compra semilla transgénica estás obligado a destruir lo que no utilices en la cosecha. El único que tiene derechos sobre la reproducción de vegetal de esa semilla es la corporación. No se puede ni utilizar las semillas obtenidas con la cosecha.
¿Usted asegura que se asumen riesgos sólo para favorecer el negocio?
Tal y como usted lo plantea, es una ‘contaminación’ imparable.
La propia industria ha reconocido que lo poderoso de esta tecnología es que se va a implantar sin esfuerzo y cuando la gente se dé cuenta ya no va haber nada que hacer. Las secuencias genéticas patentadas se acaban acumulando en los cultivos originales. Y entonces, las empresas podrían hasta demandar a esos agricultores por utilizar una variedad sobre la que tienen una patente de exclusividad. Aunque sea el maíz nativo que esté contaminado.
De hecho, cuando se compra semilla transgénica estás obligado a destruir lo que no utilices en la cosecha. El único que tiene derechos sobre la reproducción de vegetal de esa semilla es la corporación. No se puede ni utilizar las semillas obtenidas con la cosecha.
¿Usted asegura que se asumen riesgos sólo para favorecer el negocio?
Claro. La gente está siendo
sujeta a este riesgo público a favor de las ganancias privadas. Porque
eso es lo único que hay detrás, de verdad. Existe por razones de lucro.
¿Queremos tirar la bomba atómica a ver qué pasa? Esto es una bomba
atómica pero con vida propia. Es una contaminación que va atener su
propia dinámica evolutiva y a los responsables de este crimen contra la
humanidad no se les va a poder pedir cuentas.
¿Por qué?
¿Por qué?
Pues de entrada porque no se está etiquetando en la mayoría de los países latinoamericanos ( Nota: En
Europa sí en el caso de que sea para alimento humano directo, aunque el
100% de los piensos están etiquetados como transgénicos porque hay
tanto maíz importado –la mayoría transgénico– que los fabricantes han
optado por decir que todo es transgénico).
Estamos en un mundo al revés donde la ciencia dominante, la ciencia del reduccionismo, muy obsoleta en el contexto actual pero con mucho poder económico, está validando con un traje falso en términos científicos una tecnología peligrosa y ambientalmente insustentable.
¿Usted niega los efectos beneficiosos de los transgénicos para aliviar el hambre en el mundo?
La realidad son grandes extensiones de soja transgénica resistente a glifosato. Grandes explotaciones de monocultivo. No hay que desenfocar. No hay que dejarse llevar por ese engaño. Por ejemplo, el arroz dorado que se ha introducido en Asia con un gen para dotarle de una vitamina de la que son deficientes los niños y que provoca ceguera. ¡Pero los niños son deficientes en esa vitamina porque no comen! Y para solventar la deficiencia tendrían que comer kilos de arroz dorado. Eso es irreal. Mejor unas verduritas.
Estamos en un mundo al revés donde la ciencia dominante, la ciencia del reduccionismo, muy obsoleta en el contexto actual pero con mucho poder económico, está validando con un traje falso en términos científicos una tecnología peligrosa y ambientalmente insustentable.
¿Usted niega los efectos beneficiosos de los transgénicos para aliviar el hambre en el mundo?
La realidad son grandes extensiones de soja transgénica resistente a glifosato. Grandes explotaciones de monocultivo. No hay que desenfocar. No hay que dejarse llevar por ese engaño. Por ejemplo, el arroz dorado que se ha introducido en Asia con un gen para dotarle de una vitamina de la que son deficientes los niños y que provoca ceguera. ¡Pero los niños son deficientes en esa vitamina porque no comen! Y para solventar la deficiencia tendrían que comer kilos de arroz dorado. Eso es irreal. Mejor unas verduritas.
Desde un punto de vista tecnológico, científico y
social se necesita solventar el problema de reparto de alimentos, no
cultivar el arroz dorado que es sólo para hacer propaganda a favor de
los transgénicos.
Son muchas las voces que defienden que es una tecnología extendida y eficiente.
Existe un mito conveniente: si ya están en todos los lados, y no hay remedio, ya no podemos hacer nada. Desde el punto de vista de resolución de los problemas agrícolas del mundo, los transgénicos han aportado cero. Los han empeorado. Si es una tecnología que no resuelve los verdaderos problemas y tiene riesgos…. ¿para qué se apoya? El que cada vez se coma más comida chatarra no quiere decir que sea buena.
Existe un mito conveniente: si ya están en todos los lados, y no hay remedio, ya no podemos hacer nada. Desde el punto de vista de resolución de los problemas agrícolas del mundo, los transgénicos han aportado cero. Los han empeorado. Si es una tecnología que no resuelve los verdaderos problemas y tiene riesgos…. ¿para qué se apoya? El que cada vez se coma más comida chatarra no quiere decir que sea buena.
¿Por qué hay cultivos modificados genéticamente y otros en los que esta tecnología no se aplica?
Por el negocio. Que está en
la soja y el maíz. Existen transgénicos de arroz, pero los japoneses
están cuidándolo muchísimo para que no se extienda porque es la base de
su alimentación. También hay berenjena, tomate… pero el negocio está en
la soja y el maíz.
¿Y el trigo?
¿Y el trigo?
Que no haya trigo transgénico
es uno de los argumentos que demuestran que sí se sabe que hay
consecuencias con estos cultivos. ¿Dónde se come trigo? En Estados
Unidos, Europa y Canadá. ¿Dónde está la gente más rica? El trigo está
muy cuidado. Sería facilísimo modificarlo pero la gente del Primer Mundo
no está dispuesta a tener en su mesa trigo transgénico todos los días.
Sí que en los laboratorios lo modifican en experimentos… pero como
propaganda. Está protegidísimo. Y claro que hay problemas de plagas y
demás con el trigo pero se resuelven de manera más inteligente que con
transgénicos.
España se ha quedado sola en el mundo de los transgénicos en Europa. ¿Tiene explicación?
Las empresas tienen mucha influencia con los gobiernos pero las poblaciones de Alemania, Francia o Gran Bretaña tienen un rechazo público muy fuerte a los transgénicos…. ¿y dónde se mantiene el acuerdo de negocio sin motivo tecnológico o humanitario? En España.
España se ha quedado sola en el mundo de los transgénicos en Europa. ¿Tiene explicación?
Las empresas tienen mucha influencia con los gobiernos pero las poblaciones de Alemania, Francia o Gran Bretaña tienen un rechazo público muy fuerte a los transgénicos…. ¿y dónde se mantiene el acuerdo de negocio sin motivo tecnológico o humanitario? En España.
Nessun commento:
Posta un commento